Después de muchos (demasiados) veranos navegando las aguas de Ibiza y Formentera, en 2022 la tripulación del SAONA decidió por unanimidad salir de la zona de confort y explorar nuevos horizontes. Ibiza no sólo se nos había quedado pequeña, sino que cada vez está más invadida por elementos hostiles que a cada año que pasa destrozan un poquito más la esencia de la isla.

Buscando naturaleza y la tan anhelada calma descubrimos Menorca, que nos enamoró. También volvimos a navegar por Mallorca, por sus rincones increíbles de los que jamás nos cansaríamos. Ambas nos ofrecen fondeos impresionantes rodeados de la naturaleza más pura. Cada rincón de las islas es tiene un encanto especial, acantilados imponentes, cuevas impresionantes y pueblos pintorescos que merecen ser explorados.

Cuando compramos el SAONA lo hicimos con la ilusión de dar la vuelta al mundo algún día. Desde entonces, pese a los contratiempos, este sueño ha estado siempre presente. Ahora, mientras navegamos por las aguas del Mediterráneo, nos acercamos cada dia un poco más a hacer realidad el anhelo de cruzar el Atlántico.

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